Colocar los ingredientes en una olla y dejar hervir durante 5 minutos. Tapar la olla y dejar reposar durante 10 minutos aproximadamente, luego colar y beber a continuación. Tomar 2 o 3 tazas de este té por día.
7. Jugo de arándano azul
Además de ser una excelente fuente de antioxidantes, combatir enfermedades como el cáncer y evitar el envejecimiento precoz, los arándanos también ayudan a disminuir la presión arterial, especialmente cuando se consumen a diario. Conozca más sobre los beneficios de los arándanos azules.
Asimismo, su acción parece notarse más en personas que poseen un alto riesgo cardiovascular, como los individuos obesos o con síndrome metabólico, pudiendo ser usado como tratamiento complementario indicado por el médico.
Ingredientes:
- 1 taza de arándanos azules;
- ½ vaso de agua;
- Jugo de ½ limón.
Modo de preparación:
Licuar todos los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea. Este jugo debe consumirse 1 o 2 veces por día.
8. Té de flor de Jamaica
La flor de Jamaica, también conocida como hibisco, es una planta que es muy utilizada durante el proceso de pérdida de peso. Sin embargo, esta tiene otros efectos importantes, como la reducción de la presión arterial, pues es rica en antocianinas, que son flavonoides que ayudan a regular la tensión.
No obstante, para obtener mejores resultados, se deben utilizar los cálices de las flores más oscuras. Los cálices son las estructuras que conectan la cola de la flor a los pétalos. Mientras más oscuras sean las flores, mayor será la cantidad de antocianinas y mayor será su efecto para reducir la presión arterial.
Ingredientes:
- 1 o 2 g de flor de Jamaica seca;
- 1 taza de agua hirviendo.
Modo de preparación:
Colocar los cálices secos de la flor de Jamaica en el interior de la taza y dejar reposar entre 5 a 10 minutos. Después, colar y beber 1 o 2 veces por día, manteniendo por lo menos 8 horas de intervalo entre una taza y otra.
Aunque todavía no existen estudios que lo comprueben, es posible que el hibisco sea tóxico por encima de la dosis diaria de 6 gramos, razón por la cual se aconseja no aumentar la dosis indicada.
El té de flor de Jamaica puede tener un sabor bastante amargo, por lo que, en caso de que sea necesario, se puede agregar una pequeña cucharada de estevia o de miel para endulzarlo. Vea otros beneficios de la flor de Jamaica.
9. Chocolate
El chocolate ayuda a disminuir la presión arterial y a mejorar la circulación sanguínea debido a que produce óxido nítrico, que es un gas que ayuda a relajar las arterias. Preferiblemente, se debe optar por el chocolate amargo o negro, que tiene más concentración de cacao, aportando estos beneficios.
Para obtener estas propiedades, basta comer uno o dos cuadraditos de chocolate amargo o medio amargo por día, que es aproximadamente 6 g o 12 g. Conozca más beneficios del chocolate.
10. Té de cola de caballo
El té de cola de caballo es un excelente diurético natural que aumenta la producción de orina y la eliminación del exceso de líquidos en el cuerpo. Por lo que es un buen aliado para disminuir la presión arterial en personas que sufren de retención de líquidos, ya que el exceso de agua en el cuerpo causa más estrés sobre el corazón, empeorando los casos de hipertensión.
Sin embargo, este té solo debe ser utilizado puntualmente cuando es difícil controlar la presión con otros métodos y existe mucha retención de líquidos. Por esta razón, este té no debe consumirse por más de 1 semana seguida, pues también provoca la eliminación de minerales importantes a través de la orina. Conozca más sobre la cola de caballo y para qué sirve.
Ingredientes:
- 2 o 3 cucharadas de hojas de cola de caballo secas;
- 500 ml de agua hirviendo.
Modo de preparación:
Colocar las hojas de cola de caballo en el agua hirviendo y dejar reposar durante 5 a 10 minutos. Después, colar y beber tibio. Este té puede consumirse 2 o 3 veces por día.
11. Batido de banana y aguacate
El aguacate y la banana son dos frutas con elevado contenido de potasio y magnesio, minerales importantes que contribuyen a reducir la presión arterial, pues el potasio favorece la eliminación de sodio a través de la orina y el magnesio ayuda a aumentar la producción de óxido nítrico, un compuesto que ayuda a relajar los vasos sanguíneos.
Ingredientes:
- 1 vaso de yogur natural;
- 1 banana;
- ½ aguacate maduro.
Modo de preparación:
Licuar el yogur, la banana y el aguacate en una licuadora, endulzar con un una cucharadita de miel si se desea, y beber a continuación. De manera opcional, se puede agregar hielo antes de licuar la mezcla.
12. Té de valeriana
Las raíces de valeriana contienen excelentes propiedades tranquilizantes y relajantes que ayudan a mejorar la circulación sanguínea. Además de esto, por ser calmante y actuar directamente en el neurotransmisor GABA, la valeriana puede ser utilizada especialmente en personas que tienen crisis de ansiedad frecuentes, las cuales pueden causar aumento de la presión arterial.
Ingredientes:
- 5 g de raíz de valeriana;
- 1 taza de agua hirviendo.
Modo de preparación:
Colocar la raíz de valeriana en la taza con el agua hirviendo y dejar reposar durante 5 a 10 minutos. Luego, colar y beber 2 o 3 veces por día. En algunas personas, este té puede causar somnolencia durante el día, debiendo ser utilizado, en estos casos, solo antes de dormir.
13. Té de hojas de olivo
Las hojas de olivo son uno de los mejores remedios naturales para la presión alta debido a que, a través de la acción de sus polifenoles, logran regular la presión arterial y disminuirla, sin causar riesgo de hipotensión, así se hayan consumido en exceso.
Además de esto, también causan un ligero efecto calmante y relajante que ayuda a controlar los síntomas en personas que sufren de ansiedad constante.
Ingredientes:
- 2 o 3 cucharadas de hojas de olivo secas;
- 500 ml de agua hirviendo.
Modo de preparación:
Colocar las hojas de olivo en el agua hirviendo, dejándolas reposar entre 5 a 10 minutos. Después, colar y beber tibio, 3 o 4 tazas a lo largo del día.
Aparte del té, también existe el extracto de hojas de olivo, que puede comprarse en tiendas de productos naturales bajo la presentación de cápsulas, las cuales pueden ser consumidas en una dosis de 500 mg, 2 veces al día, después de las comidas. Conozca otros beneficios de las hojas de olivo.
14. Agua de avena
La avena posee algunos compuestos con propiedades antioxidantes, como las avenantramidas, los cuales ayudan a reducir el estrés oxidativo e incrementan la producción de óxido nítrico, un compuesto que ayuda a relajar las paredes de los vasos sanguíneos, mejora la circulación y favorece la disminución de la presión arterial.
Ingredientes:
- 2 cucharadas de salvado de avena;
- 1 litro de agua.
Modo de reparación:
Licuar la avena junto con el agua hasta que la mezcla esté homogénea. También se puede adicionar canela o jugo de limón para dar sabor. Se recomienda beber en la mañana en ayunas y antes de cada comida.
15. Jugo de apio y naranja
El jugo de apio, conocido también como apio España o celery, ayuda a disminuir la presión arterial debido a que posee propiedades vasodilatadoras. Asimismo, la naranja es una fruta con un excelente aporte de potasio, mineral que favorece la expulsión de sodio del organismo a través de la orina.
Ingredientes:
- 3 palitos de apio España;
- 3 naranjas.
Modo de reparación:
Licuar todos los ingredientes y beber bien frío.
16. Vino tinto
El vino es rico en polifenoles, compuestos antioxidantes que ayudan a disminuir la presión arterial, ya que relajan los vasos sanguíneos. Para obtener este beneficio, se debe llevar un consumo regular de vino tinto, siendo indicado consumir 1 o 2 copas de 125 ml por día.
El jugo de uva también trae beneficios para la salud; no obstante, el alcohol presente en el vino aumenta la absorción de los compuestos beneficiosos de esta fruta, además de que los polifenoles se encuentran más concentrados. Conozca más beneficios del vino tinto para la salud.
17. Té de cúrcuma
Por contener curcumina, una sustancia con potente acción antioxidante, la cúrcuma ayuda a combatir los radicales libres, mejorando las funciones de los vasos sanguíneos, lo que promueve la relajación de las arterias y baja la presión.
Ingredientes:
- 1 cucharadita de polvo de cúrcuma;
- 150 ml de agua hirviendo.
Modo de preparación:
Colocar la cúrcuma en el agua hirviendo y dejar reposar durante unos 10 a 15 minutos. Después, dejar entibiar y beber hasta 3 tazas al día entre las comidas.
18. Jugo de granada
Los antioxidantes presentes en la granada promueven la relajación de los vasos sanguíneos y facilitan la circulación de la sangre, ayudando a prevenir la hipertensión arterial. Los estudios indican que beber un vaso de jugo de granada durante al menos 14 días puede disminuir la presión arterial alta en personas hipertensas[1]. Vea todos los beneficios del jugo de granada.
Ingredientes:
Modo de preparación:
Picar la granada y retirar sus semillas, licuarlas con la taza de agua hasta que todas las semillas se partan. Después, colar y beber, preferiblemente sin endulzar.
19. Té de ruibarbo
El ruibarbo es otra excelente opción para ayudar a bajar la presión arterial, ya que es rico en antioxidantes con efectos antiinflamatorios y contiene potasio, un mineral que aumenta la relajación de los vasos sanguíneos, favoreciendo el paso de la sangre por las arterias, lo que mejora la circulación.
Ingredientes:
- 2 cucharadas de tallo de ruibarbo;
- 500 ml de agua.
Modo de preparación:
Colocar el agua y el tallo de ruibarbo en una olla y llevarla a fuego alto. Luego de que hierva, bajar el fuego y dejar cocinar durante 10 minutos. Colar y beber caliente o frío y sin endulzar. Conozca más beneficios del ruibarbo y otras maneras de consumirlo.
Otras estrategias para bajar la presión alta
Otras estrategias importantes para reducir la presión arterial alta incluyen:
- Mantener una alimentación equilibrada, rica en fibra y baja en sal, azúcares y grasas saturadas;
- Conservar un peso saludable;
- Realizar actividad física de intensidad moderada de manera regular;
- Evitar el consumo de alcohol y tabaco;
- Reducir el estrés a través de actividades relajantes, como el yoga o ejercicios de respiración;
- Dormir lo suficiente y de forma reparadora.
Es fundamental medir y controlar la presión arterial de manera periódica. Ante cualquier alteración, se debe consultar al cardiólogo o médico de cabecera para recibir una evaluación adecuada y, si es necesario, ajustar el tratamiento