Quitar el oxido de las herramientas
Sumergir el objeto en una mezcla más o menos diluida de vinagre y agua
durante 8 horas, y una vez pasado el tiempo frotarlo con un cepillo de
cerdas duras. Aunque según de qué herramienta se trate y en función de
los elementos eléctricos incluya, esto puede ser muy poco recomendable. Además, hay una solución que suele ser mucho más rápida y efectiva… y para la que sólo necesitaremos echar mano de un producto que todos tenemos en la cocina: el bicarbonato de sodio.
Añadir un chorrito de limón puede resultar muy
efectivo. Para librarse de la suciedad más superficial puedes
utilizar agua y jabón, aunque si lo necesitas puedes utilizar también un
cepillo metálico, lana de acero, una esponja abrasiva o una lima para
pulir. Cuando está limpia y seca la superficie
Mezclaremos un puñado de bicarbonato de sodio con un poco de agua, hasta que obtengamos una masa espesa,Después aplicaremos esta mezcla sobre las zonas que presenten óxido y lo dejaremos actuar durante 1 hora, más o menos. Volveremos a frotar con el cepillo de cerdas metálicas, con el estropajo o con las lanas de acero.El bicarbonato de sodio debería haber desprendido la mayor parte del óxido de la superficie metálica, nuestra herramienta debería de estar prácticamente limpia y libre de óxido. Podemos repetir este proceso de nuevo.
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